En la actualidad el discurso en donde se enfatiza en mostrar que la civilización actual resalta demasiado la sexualidad y el erotismo, es uno de los asuntos que más se suele comentar al hablar sobre estos temas. Lo interesante del caso es que al hacer un análisis histórico, es una idea para debatir.

En ese orden de ideas, lo que se sugiere en este caso, es recordar que el sexo domina la vida humana como se ve con el éxito de las escorts valencia y que esta es una condición que nos ha acompañado durante toda la historia, por lo tanto, el arte erótico no es una excepción a la regla y en las civilizaciones antiguas también se lo registra.

Civilizaciones antiguas y el arte erótico

Tal y como se ha mencionado en los anteriores párrafos, el erotismo es un elemento que ha hecho parte de la vida humana en cada uno de sus distintos estadios, razón por la cual, siempre se pueden identificar determinados objetos o trabajos en los que se alude a esta temática.

Un ejemplo muy claro de lo anterior, es que al realizar un análisis histórico de los trabajos artísticos o las demostraciones en imágenes del antiguo Egipto, se va a encontrar en muy poco tiempo que la sexualidad es un fenómeno social que siempre se ha representado en torno a sus costumbres y prácticas. Los pictogramas de esta zona del mundo son una prueba.

Por parte de la antigua Grecia, son muchos los monumentos y obras reconocidas aún en la actualidad, que además de ser famosas en un sentido histórico y artístico, son una clara representación de cómo se erotizaba la vida hace unos cuantos milenios. Es decir, puede que en la concepción haya cambiado de una manera notable, pero el arte erótico siempre ha formado parte de nuestras vidas.

Enfoque en Sudamérica

Desde otra zona del globo, en el territorio que actualmente es América del Sur, las distintas comunidades indígenas que lo habitaban, de manera usual realizaban representaciones en torno a su sexualidad, sus prácticas, sus costumbres y toda la la cultura alrededor del sexo.

En definitiva, en las civilizaciones antiguas se pueden ir reconociendo distintas manifestaciones de esta vertiente del arte y por esa misma razón, se comprende de qué manera se ha configurado en el mundo moderno en el que lo erótico nos invade en todas las facetas de la vida cotidiana.

La diferencia con lo que ocurre en la actualidad, es que se ha industrializado y comercializado tanto el sexo como su concepto, particularmente en Occidente, así que es en medio de esa perversión del concepto desde donde parten conclusiones como la ya indicada respecto a que vivimos en una sociedad en la que se lo erotiza todo y en exceso.